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Mateo 14, 1-12: «Dame ahora mismo, en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista… El rey lo sintió; pero por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran y mandó decapitar a Juan en la cárcel». Juan muere por decir la verdad y por denunciar actitudes que no van en línea recta con lo que agrada a Dios y humaniza al hombre. Y cuando la mentira se siente atacada quiere eliminar la verdad. En todos los tiempos ha habido y sigue habiendo mártires como Juan el Bautista. También en nuestros días conocemos situaciones y personas que proclaman la verdad. Y la mentira, aLEER MÁS →

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Mateo 13, 54-58: «¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros?… ¿No es el hijo del carpintero?. El círculo cercano a Jesús no cree en Jesús. De pequeño ha corrido y ha jugado por las calles de su pueblo. Trabaja de mayor como carpintero juntamente con José. Ha llevado una vida como los demás. Y ahora, a sus paisanos les resulta escandaloso que tenga esa sabiduría y que realice esos milagros. ¿Cómo ha podido realizarse todo eso en Él? Según ellos, Dios no puede realizar las cosas de una forma tan sencilla y tan normal. Las cosas de Dios, según ellos, deben de serLEER MÁS →

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Mateo 13, 47-53: «El Reino de los Cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran». El pescador, sentado en la orilla del mar, discierne sobre su pesca y va separando unos peces de otros. Su experiencia y su sabiduría le llevan a realizar este discernimiento. También hoy te lleva Jesús a tí al discernimiento. A lo largo del día de hoy, párate un rato y discierne sobre tu vida de fe en este momentoLEER MÁS →

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Mateo 13, 44-46: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo… El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra». A quien realmente se encuentra con Jesús la vida se le transforma. Y es más: nuestra vida no se transforma si no nos encontramos de verdad con Jesús. Como el comerciante en perlasLEER MÁS →