17 de Noviembre de 2019. 33º Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C.
Jesús y los apóstoles van llegando a Jerusalén y contemplan la majestuosidad del templo. Jesús les profetiza que no quedará piedra sobre piedra de todo lo que están viendo. Y, aún más, les presenta un porvenir desolador: desastres naturales, destrucción, persecuciones, traiciones… Les advierte de que habrá quienes se presenten como “mesías”, usando su nombre, pero que no los sigan.
Solo tenemos que acceder a los medios de comunicación para ver que también hoy se producen desastres naturales debidos al cambio climático, guerras en distintas partes del mundo, persecuciones por diversas causas. Son muchas las situaciones de injusticia que se producen en nuestros días. Ante estas cosas hay quienes se presentan como los salvadores.
El evangelio nos hace también una advertencia: para los discípulos y seguidores serán tiempos muy difíciles. Difíciles para los que quieren hacer de su fe el motor de sus vidas. Son muchos los que en nuestra sociedad están contra las personas de fe. Pero ante ellos Él nos dice: que nadie os engañe; no tengáis miedo. Es la ocasión de poder dar testimonio. No nos abandonará; hasta pondrá las palabras oportunas en nuestras bocas…
Hemos de confiar en Él y en su palabra. Siempre estará con nosotros. Si no dudamos, si permanecemos fieles, a pesar de todo el mal que nos rodea, encontraremos la plena felicidad.
Juan Ramón Gómez Pascual, cmf