Mateo 11, 2-11:
Domingo, 11 diciembre 2022 (3º T A A)
Desde la cárcel, Juan el Bautista, el que había señalado a Jesús como el Mesías, ahora le envía a unos discípulos para que le hagan una pregunta: ¿eres tú el que tenía que venir o debemos esperar a otro? Jesús respondió: Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo…
Jesús contesta con una indirecta: que mire a su alrededor y reconozca las señales: «los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos andan… a todos se anuncia la Buena Noticia del Evangelio». Señales de que el Reino de Dios está cerca.
Los acontecimientos de cada día y su rutina hacen que se nos planteen dudas sobre algunos aspectos de nuestra vida. La duda genera impaciencia e incertidumbre. Entonces necesitamos una señal para reactivar nuestra esperanza.
Ante la duda, ante la impaciencia, hemos de mirar a nuestro alrededor y descubrir las señales que se manifiestan en medio de las circunstancias de nuestra vida y nuestra sociedad. Si somos capaces de verlas, se disiparán nuestras dudas. Debemos reconocer al Señor que se acerca. Esto nos llenará de alegría y optimismo. Además, tenemos el compromiso de mostrar estas señales en nuestro ambiente. Dios nos necesita para seguir haciendo realidad los signos de su presencia en nuestros días. No es tarea fácil, por eso nos dice el profeta Isaías (1ª lectura): “Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos: sed fuertes, no temáis. He aquí que vuestro Dios… viene en persona y os salvará”.
Juan Ramón Gómez Pascual, cmf
¿Mantengo vivas las señales del Reino de Dios?