Marcos 13, 33-37
Domingo, 3 de diciembre 2023 (1º T A B)
“En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Mirad, vigilad, pues no sabéis cuándo es el momento… Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡velad!”.
Comenzamos este domingo el tiempo de adviento. Durante el año litúrgico contemplaremos los momentos fundamentales de la vida del Señor. En este tiempo de adviento nos preparamos para conmemorar su primera venida.
En el evangelio de san Marcos este primer domingo nos llama la atención para que estemos vigilantes, preparados para cuando el Señor venga a nosotros.
A veces encontramos personas que dicen no necesitar de Dios; que este no tiene influencia en sus vidas. Viven como si lo tuvieran todo. Sienten la seguridad (efímera) que les puede dar el dinero, el poder o el éxito. De alguna manera se sienten «auto suficientes». Al menos por el momento.
Otros necesitamos mantener viva la esperanza de un futuro mejor, para nosotros y los que nos rodean. Sentimos la necesidad de un Salvador que nos eche una mano para poder hacer algo por los que más lo necesitan. Porque solos podemos muy poco. Debemos pedir «¡ven, Señor, no tardes!», y transmitir a los demás la confianza en que es posible una tierra nueva. Nuestra vida ha de ser un compromiso de trabajo por el Reino de Dios. Vivirlo así es «estar en vela», preparados, aunque no sepamos «ni el día ni la hora» de su venida. Necesitamos aprender a esperar.
¡Feliz tiempo de Adviento y Esperanza!
Juan Ramón Gómez Pascual, cmf
¿’Estás en vela’?
