MIÉRCOLES 19 DE AGOSTO
Mateo 20, 1-16:
«Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos».
Cada uno tenemos nuestro momento para el Señor. Y nos puede pasar como a los jornaleros de la parábola, cuando vemos que el Señor da el mismo salario a los que han trabajado desde la salida del sol que a los que han trabajado sólo desde el atardecer.
Esta forma de pagar que tiene el Señor a mí me llena de alegría porque veo que el Señor lo que paga no es el trabajo.
Al Señor no le importa el tiempo que trabajan los jornaleros. Lo que le importa es la persona.
Lo que le importa es que todos seamos trabajadores en su viña. Cada uno tiene su momento de llamada. Y cada uno tiene su tiempo de trabajo.
Desde el momento personal en que ahora estás viviendo, siéntete llamado o llamada por el Señor. No mires la hora ni el reloj.
Lo importante es que el Señor te llama a trabajar en su viña que es el mundo y la Iglesia.
¡Enhorabuena porque encuentras un trabajo y a trabajar!.
Buenos días.
Antonio María Sanjuán Marín, cmf