
MIÉRCOLES 20 DE SEPTIEMBRE DE 2023
Lucas 7, 31-35
«Vino Juan el Bautista que ni comía ni bebía, y dijisteis que tenía un demonio; viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: Mirad qué comilón y qué borracho, amigo de publicanos y pecadores».
La línea que en su vida siguió Juan el Bautista fue una línea de dura austeridad. Viviendo en el desierto se alimentaba de insectos y miel silvestre. Llevaba esta austeridad también en su forma de vestir e incluso en su forma de relacionarse con los demás.
Muy distinto es Jesús. Su austeridad sólo tiene un motivo y un fin: la proclamación del Reino y el servicio incondicional a los demás.
Sólo va al desierto para orar al Padre y confirmar su misión. A Jesús lo vemos siempre rodeado de gente. Relacionándose con todos aquellos que lo buscan o que Él busca.
Come con la gente, habla con la gente, se preocupa por la gente, se alegra con la gente e incluso llora con la gente.
Vive tú como Jesús: en la austeridad. Pero, también como Jesús, saborea la vida. Ábrete a la relación y a la convivencia. Vive los gozos y las angustias de tu gente y de tu mundo. Y que tu austeridad siempre esté motivada y sea causada por tu amor y entrega a los demás.
Buenos días.
Antonio Sanjuan Cmf