SÁBADO 30 DE OCTUBRE DE 2021
Lucas 14, 1.7-11:
«Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Hay cuatro realidades a las que fácilmente nos vendemos y, muy fácilmente también, nos convertimos en sus esclavos: la vanidad, el poder, el dinero y el placer.
Estas cuatro realidades pueden llegar a enturbiar nuestra mirada y pueden conducirnos a perder el norte de nuestra vida.
Repetidas veces en el Evangelio nos habla Jesús de humildad, de no querer ser servido sino servir, de no apetecer los primeros puestos sino de entregarnos a los demás desde los últimos.
Esta es la enseñanza del Evangelio de hoy. Si realmente consideras a los demás como hermanos tuyos, nunca querrás estar por encima de ellos e incluso te alegrarás de que ellos estén por encima de ti.
Santa Teresa del Niño Jesús decía: «Para responder a tu amor, yo también quiero desear que mis hermanos me pongan siempre en el último lugar y convencerme de que ese es precisamente mi sitio. Te ruego, divino Jesús, que me envíes una humillación cada vez que yo intente colocarme por encima de los demás».
Intenta vivir así porque así vivió Jesús.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf