LUNES 31 DE MAYO DE 2021
Lucas 1, 46-56:
«María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí».
El canto de María es fuerza, gozo, maravilla, oración, acción de gracias, adoración, alabanza…
Es el reflejo de cómo María se siente amada y bendita por Dios.
Vale la pena releer una vez más este canto. Interiorizarlo. Dejar que cada una de sus palabras entre en nuestro corazón. Fijarnos en la pequeñez, la sencillez y la pulcritud del Corazón de María.
Ver hasta dónde puede llegar la acción de Dios en nosotros cuando nos ponemos incondicionalmente en sus manos.
Vale la pena abrirnos a su voluntad, a su presencia, a su Palabra y dejar que pueda hacer maravillas en nosotros.
Bendice a Dios como María y agradece su presencia en tu vida y en la vida de cada ser humano.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf