VIERNES 4 DE SEPTIEMBRE
Lucas 5, 33-39:
«A vino nuevo, odres nuevos».
«La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él, son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría» (Papa Francisco). Jesucristo siempre nos trae aires nuevos y aires de profunda alegría. Alegría que nos crea siempre mentalidad abierta en continua renovación, en continua creatividad y en continua osadía misionera. Jesucristo nos trae el vino nuevo que es el vino que nos lleva a transmitir con alegría nuestra fe. Porque si estamos convencidos de que el Evangelio es una buena noticia, hemos de procurar que esta buena noticia llegue a los más posibles.
Tú eres el hombre nuevo en el que se ha depositado el vino nuevo del Evangelio.
Procura hoy que el vino nuevo del Evangelio que llevas dentro dé fuerzas a todo lo que hagas a lo largo de este día y también a lo largo de todos tus días.
Y procura también compartir ese vino nuevo con los demás. El buen vino es para beberlo juntos, para saborearlo en la amistad y para compartirlo en fraternidad.
Que tengas un buen día y ojalá te «emborraches» de vino nuevo.
Buenos días.
Antonio María Sanjuán Marín, cmf