MIÉRCOLES 8 DE DICIEMBRE DE 2021
Lucas 1, 26-38:
«María contestó: aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra».
Padre bueno, todo nos invita al agradecimiento por cuanto has hecho en María Inmaculada y quieres hacer en nosotros movido por tu infinito amor.
Te damos gracias porque podemos dirigirnos a María Inmaculada como madre y como modelo de fe.
Como persona capaz de acoger tu palabra y siempre dispuesta a vivirla con todo su Corazón.
Gracias porque María Inmaculada trajo a Jesús al mundo y nos lo ha dado a conocer, nos ha invitado a obedecerle y ella ha sido la primera discípula.
Que como ella sepamos estar atentos a acoger en todo momento tus proyectos.
Que no temamos adherirnos a ellos de corazón ni digamos que hoy es imposible seguir el Evangelio de Jesús como lo hizo María, la Virgen Inmaculada.
Ayúdanos, sobre todo, a no ver como normal ni a pactar jamás con el mal y el pecado que encontramos en el mundo y dentro de nosotros.
Que no pactemos con el egoísmo y la violencia.
Que no nos quedemos indiferentes cuando se violan derechos humanos y se esclavizan a personas.
Que no nos quedemos indiferentes cuando se nos invita a vivir sin fe.
Líbranos de decir «esto ha ocurrido siempre» y que «es imposible mejorar el mundo».
Que tengamos el coraje de creer y de poner en práctica nuestra fe.
Que como María Inmaculada hayamos preparado el camino para recibir con mayor plenitud la gracia que nos trae Jesús.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf