Lucas 8, 16-18:
«Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».
Sería bueno que hoy dedicaras un rato tranquilo a leer, meditar y orar este trozo del Evangelio.
Siempre que lo leo me siento muy reflejado en él y muy cuestionado por él.
Me pregunto en qué medida tengo yo deseos eficaces de que Jesús sea el verdadero Señor de mi vida.
Porque me hace pensar mucho eso de que «al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».
Y le pido al Señor que yo tenga verdaderos deseos de seguirle para que Él me dé todavía más deseos y no se apaguen en mí los poquitos que pueda tener.
También me pone en guardia eso de que «nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz».
Porque también me puede ocurrir que la luz que Jesús tiene encendida en mi corazón, si no la cuido, se vaya poco a poco debilitando hasta apagarse del todo.
Pedimos a Jesús que nos dé auténticos deseos de seguirle y que nunca dejemos apagarse la luz que ha encendido en nosotros.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf