VIERNES 7 FEBRERO
Marcos 6, 14-29:
«En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre».
Leemos hoy en el Evangelio el martirio de San Juan Bautista. Durante toda su vida, Juan vivió en la austeridad, en la verdad y en la coherencia.
Anunció, sin ninguna clase de tapujos, la venida de Jesús, primero, y su presencia, después.
Su misión fue la de preparar el camino al pueblo de Israel para la acogida de Jesús.
Predicó la conversión y tuvo que enfrentarse a la mentira y a la corrupción. Y esa misma mentira y corrupción lo quitó de en medio pagando con su propia cabeza la defensa de la verdad.
Juan Bautista nos estimula hoy a todos nosotros a defender siempre la verdad.
Vamos a pedirle al Señor, por medio de Juan, la valentía que él tuvo para defender siempre lo que era justo y lo que mandaba el Señor.
Buenos días.
Antonio María Sanjuán Marín, cmf