VIERNES 19 DE JUNIO
Mateo 11, 25 – 30:
«Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla».
Siempre ponemos como modelo de sencillez la sencillez de un niño.
Un niño siempre está abierto al aplauso porque todo le parece admirable.
Sin expresarlo y sin saberlo expresar, vive en el agradecimiento, porque se siente débil y pequeño.
Confía en toda aquella persona que le muestra cariño porque tiene un corazón abierto a la cercanía.
Tengas la edad que tengas, intenta vivir en la sencillez de corazón.
Alégrate en y con los demás. Agradece todo lo que recibas y de cualquier clase que sea. Confía en Dios y en los demás. Y, sobre todo, ten un corazón abierto como el Corazón de Jesús, cuya fiesta hoy celebramos, para derramar siempre cariño.
Buenos días.
Antonio María Sanjuán Marín, cmf