MARTES 21 DE JULIO

Mateo 12, 46-50:
«El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre».

En el Evangelio de hoy parece como si Jesús se desentendiera de sus parientes e incluso de su madre.
Y no es así. Lo que Jesús quiere hacernos ver y entender es que hay unos lazos con Él que son más fuertes que los de la carne y sangre. Y son los lazos de la fe. La fe y la confianza en Él están por encima de todo.
María fue felicitada porque concibió a Jesús en su vientre.
Pero también porque creyó en la Palabra que se le dirigió de parte de Dios y que escuchó tan atenta, que la llegó a hacer carne en sus entrañas.
Que tú seas madre, hermano y hermana de Jesús porque escuchas siempre su Palabra y cumples la voluntad del Padre. Buenos días.

Antonio María Sanjuán Marín, cmf

 

(La imagen de hoy ha sido creada por el misionero en formación Vitor Emanuel Magalhães Barbosa, cmf)

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