Mateo 23, 27-32:
«Por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes».
Siguen hoy los «¡ay!» de Jesús. Se dirigen a los letrados y fariseos echándoles en cara su hipocresía.
Sigue también tú hoy examinando tu corazón.
Pon todo lo que en él habita en la mirada y en el corazón de Dios. A Él no le podemos ocultar nada.
No tengas miedo porque su mirada es siempre mirada de Padre llena de ternura, de perdón y de misericordia.
Te verás, tal vez, incoherente, con partes hipócritas en tu vida, con falta de transparencia en otras.
La mirada de tu Padre te llenará de su presencia y Él hará que en tu vida y en la mía, y en la de todos, vaya creciendo la coherencia, la autenticidad y la transparencia. Dios es luz y en Él no hay tinieblas.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf