Lucas 11, 29-32:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás».
No acabamos de fiarnos enteramente de Dios. Y, de alguna forma, siempre estamos pidiendo señales de su presencia, existencia y cercanía.
Lo mismo que actuamos desconfiadamente con los demás, también actuamos con Dios.
No confiamos, si no tenemos pruebas para ser confiados.
Pero con Dios no vale este juego ni esta lógica.
Cuando vayas cambiando de forma de pensar, de forma de sentir y de forma de actuar y pienses, sientas y actúes desde la mentalidad, desde el sentir y el actuar de Dios te darás cuenta de que tu vida tiene un sentido, de que serás feliz y de que Dios es ese Padre cariñoso que siempre está ahí dándose en misericordia, en perdón y en alegría.
No pidas signos ni milagros. Pide simplemente al Señor que aumente tu fe y tu confianza en Él.
Buenos días.
Antonio María Sanjuán Marín, cmf