MARTES 22 OCTUBRE
Lucas 12, 35-38:
«Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela».
Nos equivocamos si pensamos que el Señor sólo vendrá a visitarnos en la hora de nuestra muerte.
Ciertamente que en ese momento recibiremos todos y cada uno la visita del Señor. Pero tenemos que caer en la cuenta de que el Señor nos está visitando en cada momento.
Él nos visita cada vez que participamos en la eucaristía, en el sacramento del perdón y en los demás sacramentos. Nos visita siempre que meditamos a interiorizamos su Palabra.
Nos visita en las personas que a diario se cruzan en nuestro camino especialmente en los débiles, pequeños y necesitados.
Nos visita en los pequeños o grandes acontecimientos que van ocurriendo en nuestra vida o en la vida de los demás. Tenemos que estar en vela y preparados para saber descubrir esas visitas, esas llamadas y estas presencias del Señor.
Ponte en vela y está preparado para recibir la continua visita y la continua presencia y llamada del Señor.
Buenos días.
Antonio María Sanjuán Marín, cmf